Fui afortunada de tener una gran familia, muy unida, y a pesar de ser hija única
nunca me sentí sola.
Mi mamá fue enfermera (actualmente es jubilada) así que desde bebé me dejaba al cuidado de quien fue mi segunda mamá y tal vez la persona más inolvidable que conocí: mi tía abuela "Pana". En realidad se llamaba Juana, pero como a mí no me salía el nombre cuando era chiquita, así quedó y así la conocía todo el mundo: "La Pana". Siempre vivió con nosotros, ya que jamás se casó.
Así que mis viejos trabajaban, y La Pana era la persona que me llamaba para ir al colegio, que me llevaba el desayuno a la cama, me peinaba, iba a mis actos escolares a arreglarme, me esperaba con la comida, nos hacía la merienda a mí y a mis amigas, me arreglaba las muñecas que rompíamos, y por supuesto, mi cómplice y compinche en todas mis travesuras de niña y más luego de adolescente.
De chica me pasaba a su cama cuando había tormenta, y leíamos la "Selecciones".
A ella le contaba de mis "amoríos", con ella tomábamos mate con mis amigas ya que todas la adoraban y la querían como a una abuela; veíamos todas las novelas habidas y por haber, me enseñaba de repostería, cocina, costura y a curar el empacho.
Ella se acordaba de cada cumpleaños, visitaba a todos los enfermos, ayudaba a los vecinos, allí estaba siempre con su buen humor, su alegría y sus "metidas", queriéndole arreglar la vida a todos.
Ella lo era todo para mí; y sé que yo era todo para ella, a pesar de que tenía nietos postizos y sobrinos para tirar para arriba.
Una noche, hace 5 años, salí como salía todas las noches en esa época, a juntarme con mis amigos en el ciber y en la sala de juegos, cosa que hacíamos a diario.
Recuerdo que ella me dijo "por qué no te quedas un poco en la casa... dejá de salir tanto". Y tenía razón... yo era bastante rebelde en esa época y literalmente no paraba en mi casa.
Saludé en general con un "chau" y salí.
A eso de las 12 de la noche me fueron a buscar al ciber mis primos, con urgencia, pero sin querer decirme que pasaba. A toda costa me querían llevar con ellos, y yo insistía en que me dijeran qué sucedía; pero nadie me decía nada. De repente, se me cruzó como un fogonazo por la cabeza: "La Pana"... y sin que me dijeran nada, lo supe.
Se había ido.
Tranquilamente, sin sufrir, apenas con un quejido, en su propia casa y en su cama. Como ella siempre lo decía, "sin ser una carga para nadie". Y Dios escuchó su pedido.
Desde ese momento me maldecí a mí misma por no haber estado, por no haberle podido dar un último beso y decirle cuánto la quería y todo lo que era para mí...
Pero luego atando cabos con otros familiares, por conversaciones que tuvieron con ella,entendí que ella sabía, que siempre supo que su fin estaba cerca y era un alivio saber que yo no la vería morir.
5 comentarios:
bueno Valen, solo te dejo un abrazote fuerte y recorda todo lo hermosa que vivieste con ella...
valen, estas mas flaca ahora que al año y medio jejej
que hermosa eras!!!!!!
Hola, es la primera vez que visito tu blog y me hiciste llorar con la Pana... a mi también me cuidaba una ancianita y no la veo hace tres años porque me vine a Argentina... siento mucha nostalgia.
Gracias Vane. jejeje, la verdad era gordita, Maite es una espina!
Malena, gracias por visitar el blog y por tus palabras, espero que veulvas!
besos
Valen,mis ojos están mojados,y solo pude recuperarme con tu post del amante.,.muy buenosssss gracia por no olvidarme
A VECES SE NOS VAN ASI SIN AVISAR, CON MI ABUELA PASO LO MISMO , UN 24 DE DICIEMBRE, PERO ME QUEDA EL CONSUELO DDE QUE ESTA VELANDO POR MI EN ALGUNA ESTRELLITA, Y ASI SERA TU PANA ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ESTAN, EN AL GUN LADO ESTAN ¡¡¡
BESITOS
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