Esa noche fue la última vez que la vimos, y hasta el día de hoy no sabemos que le pasó.
Parece tal vez una pavada, pero cada vez que pienso en ella, siento tristeza. Quizás porque era todo un símbolo de esperanza, porque nació tan fea, flaca y que nadie apostaba que sobreviviría, y sin embargo yo la alimenté, bañé, curé... ella me veía salir al patio y se venía a mis pies, se trepaba a la cama cuando yo estaba acostada, se subía a mi regazo y se dormía con mis mimos, Maite también la seguía mucho, le gustaba jugar con ella... todo ese cariño lo da un simple animalito.
He decidido no traer más animales. Hoy sólo queda mi perra Chandy y el gato Amarillo, hermano de la gatita. Uno se encariña y cuando mueren o se van, se sufre, llegan a ser parte de la familia y de la vida cotidiana...
Estés donde estés, siempre te recordaremos...
4 comentarios:
no, como que desaparecio el gremlin, me muero
esperoq ue donde este se encuentre bien, que pena me dio...
un beso
Al rato regresa, así son los gatitos, como diría mi abuelia "tiene pata de perro", en su caso pata de gato ;)
Hola Valen, lo primero, gracias por tu huella en mi blog, me ha hecho mucha ilusión.
Sobre tu gatita, pues que pena, yo he tenido dos perros, uno de ellos murió hace 5 años, me queda uno, pero digo lo mismo que tú, cuando Boston, que así se llama mi perro, no esté, no quiero más animales.
Ojalá aparezca tu gata.
Un beso, y nuevamente, gracias.
Valen, como te entiendo, los animales nos dan tanto amor y cariño que nos duele cuando se van, nosotros decimos lo mismo, no mas animales pero la verdad es que no lo podemos cumplir, no podemos vivir sin ellos.
Besitos
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